Polémica Lista Plurinominal del PAN en Nayarit: Un Escenario de Controversia y Cuestionamientos
La conformación de la lista de diputados plurinominales al Congreso de Nayarit por parte del Partido Acción Nacional (PAN) ha desatado una ola de críticas y cuestionamientos debido a la presencia de figuras con un historial lleno de controversias e irregularidades en la administración pública local.
Encabezando esta lista se encuentra Ramón Cambero, Presidente del PAN en Nayarit, cuya designación ha generado sorpresa y descontento entre diversos sectores de la sociedad nayarita. Su liderazgo en el partido se ve ahora eclipsado por la sombra de dudas sobre la transparencia y la idoneidad de sus decisiones.
En el segundo lugar figura Nadia Ramírez, ex Presidenta de Xalisco, Nayarit, cuya gestión estuvo marcada por acusaciones de irregularidades y malos manejos en la administración pública local. Su designación para un cargo legislativo levanta interrogantes sobre la integridad y la ética dentro del partido.
El tercer puesto lo ocupa Raquel Mota, ex Síndica del Ayuntamiento de Tepic, durante la administración de Francisco Javier Castellón Fonseca. Esta elección es especialmente controvertida debido al turbio historial de Castellón, señalado como títere de Guadalupe Acosta Naranjo, y a las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias que rodearon su gestión, en la que Raquel Mota tuvo un papel destacado.
Sin embargo, el cuarto puesto de la lista sorprende aún más al ser ocupado por Esther Mota, hermana de Raquel Mota. Ambas han sido señaladas repetidamente de beneficiarse con puestos públicos sin haber obtenido respaldo popular en las urnas, lo que arroja serias dudas sobre la legitimidad y la representatividad de la lista propuesta por el PAN en Nayarit.
Ante este panorama, la ciudadanía nayarita exige transparencia, ética y coherencia por parte de los partidos políticos en la selección de sus candidatos, así como un compromiso real con el servicio público y el bienestar de la sociedad, alejado de intereses particulares y nepotismo. La legitimidad democrática de estas elecciones está en juego, y es responsabilidad de todos los actores políticos garantizar su integridad y legitimidad.